Han sido los más pertinaces luchadores en la guerra de resistencia contra la colonización francesa y todavía en la actualidad, mantienen sus tradiciones y creencias, más allá del contacto con los administradores, comerciantes y misioneros europeos. Baulé pertenece al grupo Akan, que habita Ghana y Costa de Marfil. Según la leyenda, en el siglo VIII, la reina, Abla Poku, por disputas internas por el trono, se vio obligada a abandonar el territorio, cruzando el río Komoé, hacia tierras Senufo, sacrificando a su propio hijo, a fin de conseguir que los espíritus del río la ayudasen a ella y a su corte a escapar de sus perseguidores. El sacrificio fue el origen del nombre Baulé, pues baouli significa el niño ha muerto. Hoy día, alrededor de 1.000.000 de Baulé ocupan la zona este de Costa de Marfil, entre los ríos Komoé y Bandama, en una zona de bosque y sabana. La sociedad Baulé se caracteriza desde siempre por un extremado individualismo, gran tolerancia, y una profunda aversión hacia estructuras políticas rígidas, practicando rituales de iniciación en las edades jóvenes. Cada aldea tiene un funcionamiento independiente de las otras y toma sus propias decisiones, bajo el auspicio presidencial del consejo de ancianos.